Cada rincón de esta casa se convierte en un altar a la introspección: ventanas que enmarcan el mar como cuadros vivos, rincones donde la luz cae suave y transforma lo cotidiano en sagrado. Esta sesión no es solo una captura visual: es una declaración. Un regreso a lo esencial, donde la belleza no grita, pero permanece. Una invitación a detenerse. A respirar. A habitar el silencio.

Es aquí, en este refugio entre árboles y horizonte, donde habita una Donna in Rosso. Con la serenidad del mar frente a ella y la fuerza de la tierra bajo sus pies, contempla su vida con resiliencia y sabiduría. En este instante, más que nunca, puede ser ella misma: plena, libre y completamente presente.

Clothes: Paulita Errazuriz Design